La conservación, o el concepto de conservación según Jean Piaget, es un tema fundamental en el desarrollo cognitivo de los niños. Este fenómeno psicológico describe la capacidad de una persona para entender que ciertas propiedades de un objeto permanecen inalterables, incluso cuando su forma o apariencia cambia. En este artículo exploraremos a fondo qué significa este concepto, cómo se desarrolla, y por qué es tan relevante en la teoría de Piaget.
¿Qué es la conservación según Piaget?
Según Jean Piaget, la conservación es la comprensión de que una cantidad permanece igual a pesar de los cambios en su forma o apariencia. Este concepto es clave en la etapa de las operaciones concretas, que se desarrolla entre los 7 y los 11 años. Por ejemplo, un niño que ha adquirido esta capacidad entiende que una cantidad de agua sigue siendo la misma aunque se traslade de un recipiente ancho a otro estrecho.
Antes de alcanzar esta comprensión, los niños suelen centrarse en lo que perciben visualmente, por lo que pueden creer que hay más agua en un recipiente más alto, incluso si el volumen es el mismo. Esta etapa refleja el desarrollo de la lógica y la capacidad de razonamiento en los niños, permitiéndoles pensar más allá de lo inmediato.
Además, Piaget identificó varios tipos de conservación, como la conservación de la cantidad de líquido, la masa, el número, el peso, la longitud y el volumen. Cada una de estas se desarrolla a su propio ritmo, y el niño no las adquiere de manera simultánea. Por ejemplo, la conservación numérica suele aparecer antes que la conservación de volumen.
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La importancia del desarrollo de la conservación en la infancia
La capacidad de conservar es un pilar fundamental en el desarrollo cognitivo. Es una habilidad que permite a los niños comprender conceptos abstractos y lógicos, lo cual es esencial para el aprendizaje escolar. Cuando un niño puede conservar, es capaz de aplicar principios de reversibilidad, compensación y desplazamiento, que son herramientas claves para el pensamiento lógico.
Este desarrollo no ocurre de la noche a la mañana, sino que se construye a través de experiencias sensoriales y manipulativas. Por ejemplo, cuando un niño juega con bloques o líquidos, está explorando y experimentando con conceptos de conservación. Es a través de estas interacciones repetidas que comienza a entender que una cantidad no cambia solo por su forma.
También es importante destacar que la conservación no es un concepto que se enseñe directamente. Más bien, surge como resultado de la maduración cognitiva y el entorno estímulo en el que el niño se desenvuelve. Por eso, los adultos pueden facilitar este proceso proporcionando materiales que permitan a los niños experimentar con objetos y cantidades de forma concreta.
Diferencias entre los niños preoperatorios y los niños operatorios
Una de las diferencias más marcadas entre los niños preoperatorios (menores de 7 años) y los niños en la etapa de operaciones concretas es la capacidad de conservar. Los niños preoperatorios tienden a centrarse en el aspecto más obvio de un objeto o situación. Por ejemplo, si ves dos filas de monedas y una tiene más espacio entre ellas, un niño preoperatorio puede pensar que la fila más larga tiene más monedas, aunque el número sea el mismo.
En contraste, los niños en la etapa de operaciones concretas pueden entender que el número total de monedas no cambia, independientemente de cómo se distribuyan. Esta capacidad les permite realizar comparaciones más justas y razonamientos más lógicos. Esta diferencia no es solo un avance en inteligencia, sino también en cómo procesan la información y la integran en su mente.
Ejemplos de la conservación según Piaget
Para entender mejor el concepto de conservación, Piaget realizó una serie de experimentos con niños de diferentes edades. En uno de ellos, mostraba a los niños dos recipientes con la misma cantidad de agua y les preguntaba si había la misma cantidad en ambos. Luego, vaciaba el agua de uno de los recipientes en otro de forma diferente (más alto o más ancho) y les preguntaba nuevamente.
Los niños menores de 7 años, que no habían desarrollado la conservación, respondían que había más agua en el recipiente que les parecía más alto o ancho. Los niños mayores, en cambio, entendían que la cantidad era la misma, aunque la forma hubiera cambiado. Otro ejemplo es el de los bloques: si se tienen dos filas con el mismo número de bloques y se separan los bloques de una fila, los niños preoperatorios pueden creer que hay más bloques en la fila separada.
El concepto de reversibilidad y su relación con la conservación
Uno de los conceptos clave que apoya la conservación es la reversibilidad. Esta es la capacidad de un niño para entender que un cambio puede revertirse. Por ejemplo, si un niño dobla una hoja de papel, puede entender que si la desdobra, vuelve a su forma original.
La reversibilidad está estrechamente ligada a la conservación porque permite al niño pensar en los cambios de forma y comprender que, aunque algo cambie, su esencia o cantidad no se pierde. Esta capacidad surge durante la etapa de operaciones concretas y es fundamental para desarrollar razonamientos lógicos, como entender que un niño que crece no se convierte en una persona mayor de un día para otro, sino que pasa por etapas intermedias.
Tipos de conservación en la teoría de Piaget
Según Piaget, existen varios tipos de conservación, cada una de las cuales se desarrolla a un ritmo diferente. Algunos de los más comunes incluyen:
- Conservación de la cantidad de líquido: Entender que el volumen de agua no cambia aunque se traslade a un recipiente de diferente forma.
- Conservación del número: Comprender que el número de objetos no cambia aunque se distribuyan en filas o grupos diferentes.
- Conservación de la masa: Reconocer que la masa de una figura de plastilina no cambia aunque se moldee en diferentes formas.
- Conservación del peso: Entender que el peso de un objeto no cambia aunque se modifique su forma o tamaño.
- Conservación de la longitud: Aprender que la longitud de una varilla no cambia aunque se doble o se estire.
Cada una de estas formas de conservación refleja un avance en el razonamiento lógico y se construye a través de experiencias concretas y manipulación de objetos.
La evolución del pensamiento conservador en la infancia
El desarrollo de la conservación no es inmediato, sino que se construye gradualmente a lo largo de los años. En los primeros estadios, los niños son incapaces de comprender que una cantidad puede permanecer igual a pesar de los cambios aparentes. Con el tiempo, y a través de experiencias sensoriales repetidas, empiezan a desarrollar esta habilidad.
Por ejemplo, un niño pequeño puede pensar que hay más arena en un recipiente más alto, aunque la cantidad sea la misma. Sin embargo, a medida que madura y experimenta con diferentes objetos, empieza a entender que la cantidad real no cambia, independientemente de cómo se le muestre. Este proceso es fundamental para el desarrollo del pensamiento lógico y abstracto.
¿Para qué sirve la conservación en el desarrollo del niño?
La conservación no solo es un concepto teórico, sino una herramienta fundamental en el desarrollo cognitivo. Permite al niño entender el mundo de forma más lógica y predecible. Por ejemplo, cuando un niño puede conservar, es capaz de resolver problemas matemáticos simples, como sumar o restar, y también de comprender conceptos como el tiempo y el espacio.
Además, esta habilidad es esencial para el aprendizaje escolar. Los niños que han desarrollado la conservación son capaces de comprender mejor las matemáticas, la ciencia y otros temas que requieren razonamiento lógico. También les permite interactuar mejor con los demás, ya que pueden entender que las apariencias no siempre reflejan la realidad.
Diferencias entre la conservación y el pensamiento preoperatorio
Una de las características más distintivas del pensamiento preoperatorio es la centración, es decir, la tendencia a enfocarse en un solo aspecto de una situación. Por ejemplo, un niño preoperatorio puede centrarse en la altura de un recipiente para determinar cuánta agua contiene, ignorando la anchura. Esto contrasta con el pensamiento conservador, donde el niño es capaz de considerar múltiples aspectos a la vez.
Otra diferencia es la falta de reversibilidad en los niños preoperatorios. No pueden entender que un cambio puede revertirse, lo que les dificulta comprender conceptos como la conservación. En cambio, los niños en la etapa de operaciones concretas pueden pensar en los cambios de forma y comprender que, aunque algo se vea diferente, su esencia sigue siendo la misma.
La importancia de los estímulos sensoriales en el desarrollo de la conservación
Los estímulos sensoriales y la manipulación de objetos concretos juegan un papel crucial en el desarrollo de la conservación. A través de la exploración sensorial, los niños aprenden a percibir y comprender el mundo que les rodea. Por ejemplo, al jugar con arena, agua o bloques, los niños experimentan con diferentes formas y cantidades, lo que les ayuda a construir su comprensión de la conservación.
Estos estímulos no solo son importantes para el desarrollo de la conservación, sino también para el desarrollo de otras habilidades cognitivas, como el razonamiento espacial, la memoria y la atención. Por eso, es fundamental proporcionar a los niños oportunidades para manipular objetos concretos y experimentar con ellos de forma activa.
El significado de la conservación según Piaget
En la teoría de Piaget, la conservación no es solo un concepto lógico, sino una manifestación del desarrollo del pensamiento lógico y abstracto. Este concepto representa el paso del niño desde un pensamiento centrado en la apariencia hacia un pensamiento basado en principios internos y constantes.
La conservación también refleja el desarrollo de la capacidad de reversibilidad, la compensación y la desplazamiento, que son herramientas clave para el razonamiento lógico. Por ejemplo, un niño que puede conservar entiende que aunque un objeto cambie de forma, su cantidad sigue siendo la misma. Esta comprensión permite al niño pensar de forma más estructurada y lógica, lo cual es fundamental para el aprendizaje escolar.
¿Cuál es el origen del concepto de conservación en Piaget?
El concepto de conservación surge directamente de las observaciones que Piaget realizó sobre el desarrollo cognitivo de los niños. A través de experimentos con niños de diferentes edades, notó que los niños menores no eran capaces de entender que una cantidad podía permanecer invariable a pesar de los cambios en su forma.
Estas observaciones le llevaron a desarrollar su teoría del desarrollo cognitivo, en la que identificó distintas etapas del pensamiento infantil. La conservación se convirtió en uno de los criterios clave para distinguir entre las diferentes etapas, especialmente entre la etapa preoperatoria y la etapa de operaciones concretas.
El desarrollo de la conservación en la educación infantil
En la educación infantil, el desarrollo de la conservación puede facilitarse a través de actividades prácticas y manipulativas. Por ejemplo, los docentes pueden usar experimentos con agua, arena, bloques o monedas para ayudar a los niños a comprender que la cantidad no cambia aunque la forma sí.
Estas actividades no solo son útiles para el desarrollo de la conservación, sino también para el desarrollo de otras habilidades cognitivas, como el razonamiento lógico, la atención y la resolución de problemas. Por eso, es fundamental que los educadores proporcionen a los niños experiencias sensoriales y manipulativas que les permitan explorar y experimentar con el mundo.
¿Cómo se enseña la conservación en la escuela?
Aunque la conservación no se enseña directamente, puede facilitarse a través de actividades lúdicas y experimentales. En la escuela, los docentes pueden diseñar experimentos sencillos que ayuden a los niños a comprender conceptos como la conservación del número, la masa o el volumen.
Por ejemplo, pueden mostrar a los niños dos filas de monedas con la misma cantidad y luego redistribuirlas de forma diferente, preguntando si hay más o menos. Estos tipos de actividades ayudan a los niños a desarrollar su pensamiento lógico y a comprender que las apariencias no siempre reflejan la realidad.
Cómo usar el concepto de conservación en la vida cotidiana
El concepto de conservación no solo es relevante en el ámbito académico, sino también en la vida cotidiana. Por ejemplo, al cocinar, entendemos que la cantidad de harina no cambia aunque la distribuyamos en diferentes recipientes. En la vida social, también podemos aplicar este concepto para entender que las apariencias no siempre reflejan la realidad.
En la educación infantil, los padres pueden ayudar a sus hijos a desarrollar esta habilidad a través de juegos y experiencias prácticas. Por ejemplo, pueden jugar con bloques, arena o agua, y preguntar a los niños si hay más o menos después de cambiar la forma de los objetos.
La importancia de la conservación en el aprendizaje escolar
La conservación es una habilidad fundamental en el aprendizaje escolar, especialmente en matemáticas y ciencias. Cuando un niño puede conservar, es capaz de comprender conceptos abstractos como el volumen, el peso o el número, lo cual es esencial para resolver problemas matemáticos.
Además, esta habilidad permite al niño pensar de forma más estructurada y lógica, lo cual es útil en todas las áreas del conocimiento. Por eso, es importante que los docentes proporcionen a los niños experiencias sensoriales y manipulativas que les ayuden a desarrollar esta habilidad.
La relación entre la conservación y la inteligencia emocional
Aunque la conservación es una habilidad cognitiva, también tiene implicaciones en la inteligencia emocional. Cuando un niño puede entender que las apariencias no siempre reflejan la realidad, es más capaz de empatizar con los demás y de comprender diferentes perspectivas.
Esta capacidad le permite ver más allá de lo que se muestra superficialmente y comprender que las personas pueden cambiar de opinión o comportarse de manera diferente sin que eso signifique que sean diferentes. Por eso, la conservación no solo es importante para el desarrollo cognitivo, sino también para el desarrollo emocional y social.
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