Qué es el cierre en un texto informativo

Qué es el cierre en un texto informativo

En el ámbito de la redacción y la comunicación escrita, el cierre de un texto informativo es un elemento fundamental para darle forma y coherencia a la información transmitida. Conocido también como conclusión, el cierre tiene como propósito resumir los puntos clave, reforzar el mensaje principal y ofrecer al lector una visión clara del contenido. En este artículo exploraremos a fondo qué significa el cierre en un texto informativo, cómo se construye, qué funciones cumple y ejemplos prácticos de su uso.

¿Qué es el cierre en un texto informativo?

El cierre en un texto informativo es la parte final del escrito, donde se sintetizan las ideas más importantes expuestas a lo largo del desarrollo. Su función principal es resumir, reafirmar y dar una impresión final al lector, quien debe salir con una comprensión clara del tema abordado. Además, el cierre puede incluir una reflexión, una llamada a la acción o una proyección futura, dependiendo del tipo de texto.

Es importante destacar que el cierre no debe introducir información nueva, sino que debe enfocarse en reforzar los puntos ya expuestos. En textos académicos o científicos, por ejemplo, el cierre suele resumir los hallazgos clave y proponer líneas de investigación futura. En medios informativos, puede concluir con una opinión o una proyección basada en los datos presentados.

Un dato interesante es que, en la antigua Roma, los oradores como Cicerón ya usaban estrategias similares al cierre para finalizar sus discursos. Ellos llamaban a esta parte *peroratio*, una técnica que resumía el discurso, reforzaba los argumentos y dejaba una impresión duradera en la audiencia. Esta práctica ha evolucionado hasta nuestros días, manteniéndose como una herramienta clave en la comunicación efectiva.

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La importancia del cierre en la estructura de un texto

La estructura de un texto informativo se divide generalmente en tres partes: introducción, desarrollo y cierre. Cada una cumple una función específica, y el cierre, como su nombre lo indica, es el encargado de cerrar la narrativa o argumentación. Su presencia no solo da coherencia al escrito, sino que también ayuda al lector a organizar mentalmente la información recibida.

Un buen cierre puede marcar la diferencia entre un texto que se olvida rápidamente y uno que queda grabado en la mente del lector. Esto se debe a que el cerebro humano tiende a recordar mejor lo que se escucha o lee al final de una exposición. Por lo tanto, el cierre no solo debe ser coherente, sino también impactante.

Además, en textos persuasivos o argumentativos, el cierre puede ser el momento clave para convencer al lector de una idea o para motivarlo a actuar. Por ejemplo, en un artículo sobre el cambio climático, el cierre podría incluir una llamada a la acción, como reducir el consumo de plásticos o apoyar políticas ambientales. Esto le da un propósito práctico al texto.

El cierre como herramienta de síntesis

El cierre también funciona como una herramienta de síntesis, donde se condensan las ideas más importantes del texto. Esta síntesis no solo ayuda al lector a comprender mejor el contenido, sino que también facilita la relectura y el estudio posterior. En textos académicos, por ejemplo, el cierre puede incluir una recapitulación de los puntos más relevantes de la investigación realizada.

En este sentido, el cierre no es simplemente un final, sino una recapitulación inteligente que puede ayudar al lector a entender el contexto completo del texto. Un cierre bien elaborado puede incluso anticipar preguntas que el lector podría tener y ofrecer respuestas breves, lo que refuerza la claridad del mensaje.

Ejemplos de cierres en textos informativos

Veamos algunos ejemplos concretos de cómo se puede redactar un cierre en diferentes tipos de textos informativos:

  • Texto académico: En conclusión, los resultados obtenidos en esta investigación confirman la hipótesis inicial, demostrando que el uso de energías renovables puede reducir significativamente las emisiones de CO₂ en la industria.
  • Texto periodístico: En fin, el anuncio del gobierno genera expectativas en la población, aunque muchos expertos advierten que aún falta mucho por hacer para resolver el problema de la pobreza.
  • Texto de divulgación científica: En resumen, el descubrimiento de nuevas partículas subatómicas abre un abanico de posibilidades para entender mejor el universo y sus leyes fundamentales.

Estos ejemplos muestran cómo el cierre puede adaptarse según el tipo de texto y su propósito. En todos los casos, se resumen los puntos clave y se ofrece una reflexión final al lector.

El concepto de cierre como herramienta de coherencia

El cierre no es solo una parte final del texto; es una herramienta que asegura la coherencia y la cohesión del contenido. Al revisar el texto, el autor debe asegurarse de que el cierre se conecte lógicamente con el desarrollo y que refuerce los puntos más importantes. Esto implica una revisión cuidadosa de la estructura y el mensaje general del texto.

En este proceso, es útil preguntarse: ¿qué ideas son más importantes? ¿cómo se pueden resumir de manera efectiva? ¿qué mensaje debo dejar al lector? Estas preguntas ayudan a enfocar el cierre en lo esencial, evitando digresiones o repeticiones innecesarias.

Además, el cierre puede incluir una proyección o un llamado a la acción, especialmente en textos persuasivos. Por ejemplo, en un artículo sobre salud pública, el cierre podría motivar a los lectores a vacunarse o a seguir recomendaciones médicas. En este caso, el cierre no solo cierra el texto, sino que también desempeña una función social.

Recopilación de tipos de cierres en textos informativos

Existen varios tipos de cierres que se pueden utilizar en textos informativos, según el propósito del escrito y el tipo de audiencia al que se dirige. Algunos de los más comunes son:

  • Cierre resumen: Se limita a resumir los puntos más importantes del texto.
  • Cierre reflexivo: Incluye una reflexión o análisis sobre el tema.
  • Cierre proyectivo: Ofrece una visión futura o una proyección basada en la información presentada.
  • Cierre llamada a la acción: Motiva al lector a realizar una acción concreta.
  • Cierre conclusivo con datos: Finaliza con un dato impactante o un hallazgo relevante.

Cada tipo de cierre tiene su lugar y su función. Por ejemplo, en un texto científico, el cierre resumen o el cierre proyectivo son más adecuados, mientras que en un artículo periodístico puede ser útil un cierre llamada a la acción o un cierre reflexivo.

El cierre como el eslabón final de la estructura

El cierre es el eslabón final de la estructura de un texto informativo, y como tal, debe estar en armonía con las demás partes. Si la introducción plantea una pregunta o una tesis, el cierre debe responderla o reafirmarla. Si el desarrollo se enfoca en argumentos o datos, el cierre debe sintetizarlos de manera clara.

Es común que los escritores se enfoquen tanto en la introducción y el desarrollo que olviden la importancia del cierre. Sin embargo, un cierre débil puede debilitar el impacto del texto completo. Por eso, es recomendable que el autor reserve tiempo para redactar y revisar el cierre con la misma atención que le dedica al resto del texto.

Un buen cierre no solo debe ser coherente con el contenido, sino también con el estilo del texto. Si el escrito es formal, el cierre también debe serlo. Si es más conversacional, puede ser más relajado. En cualquier caso, debe mantener la misma voz y tono que el desarrollo del texto.

¿Para qué sirve el cierre en un texto informativo?

El cierre sirve principalmente para dar un final estructurado y coherente al texto. Además de resumir lo expuesto, tiene varias funciones clave:

  • Reforzar el mensaje principal: El cierre reitera la idea central del texto, ayudando al lector a recordarla.
  • Dar coherencia al escrito: Al sintetizar los puntos clave, el cierre ayuda a que el texto tenga un flujo lógico y cohesivo.
  • Mostrar la importancia del tema: A través del cierre, se puede destacar por qué el tema es relevante o importante.
  • Incluir una llamada a la acción: En textos persuasivos, el cierre puede motivar al lector a actuar o a pensar de manera diferente.

Por ejemplo, en un artículo sobre la importancia de la educación, el cierre podría incluir una llamada a la acción para apoyar programas educativos. En un texto académico, el cierre puede destacar la importancia de los hallazgos y sugerir líneas de investigación futura.

Diferentes formas de concluir un texto informativo

Existen múltiples formas de concluir un texto informativo, y la elección de una u otra depende del tipo de texto, su propósito y la audiencia a la que va dirigido. Algunas de las formas más utilizadas son:

  • Con un resumen: Se repasan los puntos clave del texto.
  • Con una reflexión: Se presenta una idea o pensamiento final sobre el tema.
  • Con un dato impactante: Se incluye un dato relevante que resuma la información.
  • Con una pregunta: Se plantea una pregunta que invita al lector a pensar más allá del texto.
  • Con una proyección futura: Se habla sobre lo que podría ocurrir si se sigue una cierta línea de acción.

Por ejemplo, un artículo sobre el cambio climático podría concluir con una pregunta como: ¿Qué podemos hacer hoy para asegurar un futuro sostenible para las próximas generaciones? Esta técnica no solo cierra el texto, sino que también motiva una reflexión posterior.

El cierre como parte del proceso de redacción

El cierre no es un elemento que se escriba al final del texto sin más. En muchos casos, los escritores lo redactan antes de comenzar el desarrollo, como una forma de tener claridad sobre el mensaje final que quieren transmitir. Esta técnica, conocida como *backward design*, ayuda a mantener el enfoque del texto desde el principio.

Durante el proceso de redacción, el cierre puede sufrir modificaciones según se vaya desarrollando el contenido. Esto es normal, ya que a veces surgen ideas nuevas que requieren ajustar la conclusión. Por eso, es recomendable revisar el cierre varias veces durante el proceso de escritura.

Una vez que el desarrollo está terminado, es momento de revisar el cierre para asegurarse de que se conecta con el contenido y que refleja fielmente los puntos más importantes. Esta revisión puede ayudar a mejorar la coherencia y la claridad del texto.

El significado del cierre en la escritura informativa

El cierre tiene un significado profundo en la escritura informativa, ya que representa el momento final en el que el autor se desvía de exponer información nueva y se enfoca en resumir y reforzar lo expuesto. Este momento es crucial para dejar una impresión duradera en el lector y para garantizar que el mensaje principal no se pierda.

El cierre también refleja la madurez del autor, ya que requiere una capacidad de síntesis, análisis y reflexión. Un buen cierre no solo resumen, sino que también muestra comprensión del tema y una visión clara de su importancia.

En este sentido, el cierre puede ser una herramienta poderosa para conectar con el lector, especialmente si se incluyen elementos emocionales, como una llamada a la acción o una reflexión personal. Por ejemplo, en un texto sobre la salud mental, el cierre puede incluir una frase que invite a los lectores a hablar abiertamente sobre sus emociones.

¿Cuál es el origen del concepto de cierre en la escritura?

El concepto de cierre como parte de la estructura de un texto tiene raíces en la retórica clásica. Los oradores griegos y romanos, como Heródoto, Tucídides y Cicerón, ya usaban estrategias para finalizar sus discursos y escritos con impacto. Estas estrategias incluían la recapitulación, la reflexión y la llamada a la acción, elementos que hoy en día se consideran esenciales en un buen cierre.

Con el tiempo, estos conceptos se adaptaron a la escritura moderna, especialmente en la educación y en la comunicación formal. En el siglo XIX y XX, con el desarrollo de la metodología académica, el cierre se convirtió en un elemento estructural obligatorio en los textos científicos y académicos.

Hoy en día, el cierre sigue siendo una herramienta fundamental en la comunicación efectiva, utilizada en textos informativos, académicos, periodísticos y de divulgación. Su origen está profundamente arraigado en la tradición retórica y sigue evolucionando según las necesidades de los escritores y sus audiencias.

El cierre como herramienta de síntesis y acción

El cierre no solo sirve para finalizar un texto, sino que también actúa como una herramienta de síntesis y acción. En textos informativos, el cierre puede ser el momento en el que se presenta una llamada a la acción, una reflexión final o un resumen de los puntos más importantes. Esta síntesis ayuda al lector a recordar lo leído y a comprender el mensaje principal.

Además, el cierre puede tener un impacto práctico, especialmente en textos persuasivos. Por ejemplo, en un artículo sobre la importancia de la vacunación, el cierre puede motivar al lector a programar una cita con su médico. En un texto académico, puede proponer líneas futuras de investigación. En ambos casos, el cierre no solo cierra el texto, sino que también impulsa una acción o una reflexión posterior.

Por todo ello, el cierre no debe ser visto como una parte secundaria del texto, sino como una herramienta poderosa para reforzar el mensaje y guiar al lector hacia una comprensión más profunda del tema.

¿Cómo se estructura un cierre efectivo?

Un cierre efectivo se estructura siguiendo unos pasos clave que garantizan claridad, coherencia y impacto. Estos pasos son:

  • Resumir los puntos clave: Se repasan los argumentos o información más importantes del texto.
  • Reafirmar la tesis o mensaje principal: Se resalta lo que el texto pretendía comunicar.
  • Incluir una reflexión o llamada a la acción: Se ofrece una idea final que invite a pensar o actuar.
  • Dar un cierre emocional o intelectual: Se puede incluir una frase impactante o una proyección futura.

Por ejemplo, en un artículo sobre la importancia de la educación, el cierre podría estructurarse así: En resumen, la educación no solo es una herramienta para el desarrollo personal, sino también para el crecimiento colectivo. Por eso, invertir en educación es invertir en un futuro más justo y equitativo.

Cómo usar el cierre en un texto informativo y ejemplos de uso

Para usar el cierre correctamente en un texto informativo, se deben seguir algunas pautas básicas:

  • Evitar introducir información nueva: El cierre no es el lugar para presentar ideas nuevas, sino para resumir lo expuesto.
  • Enfocarse en lo esencial: Seleccionar los puntos más importantes del texto y sintetizarlos de manera clara.
  • Usar un lenguaje coherente: El tono del cierre debe ser congruente con el resto del texto.
  • Incluir una reflexión o llamada a la acción: Esto ayuda a dar un toque final al texto.

Ejemplo de uso en un texto sobre la importancia del reciclaje:

>En conclusión, el reciclaje no solo beneficia al medio ambiente, sino que también fomenta una cultura de responsabilidad y sostenibilidad. Por eso, es fundamental que cada uno de nosotros tome conciencia de nuestro impacto y contribuyamos a un mundo más limpio y saludable.

El cierre como puerta de salida del lector

El cierre actúa como la puerta de salida del lector. Es el último contacto que tiene con el texto, y por eso debe ser memorable. Un buen cierre puede dejar una impresión positiva, motivar a actuar o simplemente reforzar el mensaje principal.

Además, el cierre puede ayudar al lector a organizar mentalmente la información recibida, facilitando la comprensión y el recuerdo. Por ejemplo, en un texto sobre salud, un cierre bien estructurado puede ayudar al lector a recordar los consejos más importantes para mantener un estilo de vida saludable.

En este sentido, el cierre no solo cierra el texto, sino que también cierra la experiencia de lectura de manera satisfactoria. Por eso, es fundamental dedicarle tiempo y atención a su redacción.

El cierre como elemento de cohesión

El cierre también actúa como un elemento de cohesión del texto. A través de él, el lector puede ver cómo se conectan todas las partes del escrito y cómo se desarrolla el mensaje principal. Esto ayuda a mantener la coherencia del texto y a evitar que la información se pierda.

Un cierre cohesivo no solo resumen, sino que también da un sentido de finalización al texto. Esto es especialmente importante en textos largos o complejos, donde un cierre claro puede ayudar al lector a no perderse en la información.

Por ejemplo, en un informe sobre el impacto del cambio climático, el cierre puede reafirmar cómo los puntos expuestos se relacionan entre sí, mostrando una visión integrada del problema. Esto no solo cierra el texto, sino que también le da una estructura sólida y un mensaje claro.