Que es lengua segun jakobson

Que es lengua segun jakobson

La comunicación humana es un fenómeno complejo que ha sido estudiado desde múltiples enfoques. Uno de los enfoques más influyentes en la lingüística y la semiótica es el de Roman Jakobson, quien propuso un modelo teórico que ayuda a entender cómo se estructura la comunicación. En este artículo exploraremos qué significa lengua según Jakobson, qué diferencia de otros conceptos y cómo se enmarca dentro de su modelo funcional de la comunicación.

¿Qué es lengua según Jakobson?

Roman Jakobson, un lingüista y semiótico de origen ruso, propuso una distinción fundamental entre dos conceptos: *lengua* (*langue*, en francés) y *habla* (*parole*), adaptados del modelo original de Ferdinand de Saussure. Para Jakobson, la *lengua* no es solo un sistema de signos, sino una estructura socialmente instituida que permite la comunicación. Es un marco establecido por normas, convenciones y reglas que se comparten entre los miembros de una comunidad lingüística.

Jakobson ve la lengua como el sistema de comunicación codificado que permite que los hablantes transmitan y reciban mensajes. Es una realidad abstracta, que no cambia con la intervención individual de cada hablante. Es decir, la lengua es el código común que se utiliza para producir el habla.

Además, Jakobson profundizó en la idea de que la lengua no solo es un sistema estático, sino que también tiene funciones dinámicas. En su famoso artículo de 1956, *Two Aspects of Language and Two Types of Aphasic Disturbances*, Jakobson propuso que la lengua no solo se puede dividir en componentes estructurales, sino también en funciones comunicativas, lo que sentó las bases para su modelo funcional de la comunicación.

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La lengua como sistema simbólico en la teoría de la comunicación

La lengua, según Jakobson, no es solo una herramienta para comunicar, sino un sistema simbólico que organiza la realidad a través de signos. Estos signos son combinaciones de significados y formas que permiten la construcción de mensajes. Para Jakobson, el sistema lingüístico no es una mera herramienta, sino una estructura compleja que opera mediante reglas y relaciones internas.

Jakobson se inspiró en el modelo de Saussure, pero lo amplió para incluir las funciones que el lenguaje cumple en la comunicación. En este contexto, la lengua no es solo un sistema de signos, sino un sistema funcional que interactúa con el habla. Por ejemplo, una misma lengua puede usarse para transmitir información, expresar emociones, establecer relaciones sociales, entre otros usos.

Esta visión funcional de la lengua permitió a Jakobson desarrollar un modelo que explicara cómo los diferentes elementos del lenguaje interactúan entre sí. Su enfoque se basa en la idea de que la lengua no es neutra, sino que refleja y organiza la experiencia humana de manera específica.

La lengua y los fenómenos de disfunción en el habla

Una de las contribuciones más destacadas de Jakobson fue su estudio de los trastornos del habla, especialmente en pacientes con afasia. En este contexto, Jakobson utilizó la lengua como un marco para analizar qué componentes del sistema lingüístico se veían afectados en diferentes tipos de trastornos. Por ejemplo, identificó que ciertos tipos de afasia afectaban específicamente a la estructura fonética o a la morfología, lo que revelaba que la lengua no es un sistema monolítico, sino que tiene subsistemas interconectados.

Este enfoque le permitió desarrollar un modelo funcional que no solo describía cómo funciona la lengua, sino también cómo falla. Para Jakobson, la lengua es un sistema que puede analizarse en términos de funciones esenciales: referencial, emotiva, conativa, fática, metalingüística y poética. Cada una de estas funciones puede estar presente en mayor o menor grado en un mensaje lingüístico, lo que le da una riqueza y complejidad que no se puede reducir a simples categorías estáticas.

Ejemplos de cómo la lengua se manifiesta en el habla según Jakobson

Para entender mejor cómo Jakobson concibe la lengua, podemos analizar ejemplos concretos. Por ejemplo, en una conversación, la lengua actúa como el sistema que permite que dos personas se entiendan. Si una persona dice: Hoy hace calor, está utilizando la lengua para transmitir información (función referencial). Pero si dice: ¡Qué calor hace!, está usando la lengua para expresar una emoción (función emotiva).

Otro ejemplo es cuando alguien dice: Por favor, abre la ventana, lo que refleja la función conativa, ya que el hablante está intentando influir en el oyente. En cambio, cuando alguien dice: En este idioma, la palabra ‘calor’ se usa para expresar temperatura elevada, está usando la lengua para hablar de la lengua misma, lo que corresponde a la función metalingüística.

Estos ejemplos muestran cómo la lengua, según Jakobson, no es solo un sistema estático, sino un marco dinámico que permite múltiples usos y combinaciones según el contexto comunicativo.

La lengua como sistema funcional en el modelo de Jakobson

Jakobson propuso que la lengua no solo es un sistema de signos, sino un sistema funcional que puede analizarse a través de seis funciones comunicativas esenciales. Estas funciones no son excluyentes, sino que pueden coexistir en un mismo mensaje lingüístico, dependiendo del propósito del hablante y del contexto.

Las seis funciones son:

  • Función referencial: Se enfoca en transmitir información objetiva sobre el mundo.
  • Función emotiva: Expresa las emociones y actitudes del hablante.
  • Función conativa: Tiene como propósito influir en el oyente.
  • Función fática: Se centra en mantener la comunicación activa entre los interlocutores.
  • Función metalingüística: Se usa para hablar del lenguaje mismo.
  • Función poética: Se centra en la forma del mensaje más que en su contenido.

Esta clasificación permite entender cómo la lengua no es un sistema neutro, sino que refleja y organiza la experiencia humana desde múltiples perspectivas.

Recopilación de las seis funciones de la lengua según Jakobson

A continuación, se presenta una recopilación detallada de las seis funciones de la lengua según Jakobson:

  • Función referencial: Se orienta hacia el referente, es decir, lo que se habla. Ejemplo: La capital de Francia es París.
  • Función emotiva: Se centra en el hablante y sus emociones. Ejemplo: ¡Qué hermoso día!
  • Función conativa: Tiene como objetivo influir en el oyente. Ejemplo: Por favor, cierra la puerta.
  • Función fática: Sirve para mantener la comunicación abierta. Ejemplo: ¿Me oyes?
  • Función metalingüística: Habla del lenguaje mismo. Ejemplo: La palabra ‘mesa’ es femenino.
  • Función poética: Se enfoca en la forma del mensaje. Ejemplo: La luna llena ilumina el cielo nocturno.

Estas funciones no son fijas ni excluyentes, sino que se combinan de manera dinámica en cada situación de comunicación.

La lengua como sistema social y cultural según Jakobson

La lengua, para Jakobson, no se puede entender sin considerar su dimensión social y cultural. Es una estructura socialmente instituida que permite la comunicación entre los miembros de una comunidad. No se trata de una invención individual, sino de un sistema compartido que se transmite a lo largo de generaciones.

Además, Jakobson señalaba que la lengua no solo refleja la cultura, sino que también la construye. A través del lenguaje, los miembros de una sociedad categorizan el mundo, establecen relaciones y transmiten valores. Esta visión social de la lengua es fundamental para entender cómo el lenguaje no es solo una herramienta de comunicación, sino un medio de construcción social.

Por otro lado, Jakobson también destacaba la importancia del contexto en la interpretación de los mensajes. El mismo mensaje puede tener diferentes interpretaciones dependiendo del contexto cultural, social o situacional en el que se emite. Esto refuerza la idea de que la lengua no es un sistema aislado, sino que está profundamente enraizado en la experiencia humana.

¿Para qué sirve la lengua según Jakobson?

Según Jakobson, la lengua sirve para estructurar la comunicación humana, permitiendo que los individuos transmitan y reciban información de manera eficiente. Además de su función comunicativa básica, la lengua también sirve para expresar emociones, establecer relaciones sociales, organizar la experiencia humana y construir la realidad.

Un ejemplo de esto es cómo la lengua permite que los hablantes se entiendan incluso cuando usan expresiones diferentes. Esto se logra gracias a que la lengua proporciona un marco común que permite la interpretación de los mensajes. Por otro lado, la lengua también sirve para reflexionar sobre sí misma, lo que es fundamental en el aprendizaje y la enseñanza del lenguaje.

Así, la lengua no solo es un sistema para comunicarse, sino también un instrumento para pensar, sentir, aprender y construir conocimiento.

El concepto de sistema lingüístico en la teoría de Jakobson

Jakobson consideraba que la lengua es un sistema lingüístico estructurado, en el que cada elemento tiene una relación con los demás. Este sistema no es lineal ni simple, sino que se compone de múltiples niveles: fonológico, morfológico, sintáctico, semántico y pragmático. Cada nivel interactúa con los demás para producir un mensaje coherente.

En este contexto, la lengua no es solo una herramienta, sino una estructura compleja que permite la comunicación en múltiples niveles. Por ejemplo, el sistema fonológico se encarga de la producción del sonido, mientras que el sistema semántico se encarga del significado. La interacción entre estos niveles es lo que permite que los mensajes sean comprensibles para los oyentes.

Jakobson también señalaba que los errores en un nivel del sistema pueden afectar a otros niveles. Por ejemplo, un error fonológico puede dificultar la comprensión semántica del mensaje, lo que refuerza la idea de que la lengua es un sistema interdependiente.

La lengua como estructura social según Jakobson

La lengua, en la teoría de Jakobson, no se limita a un sistema abstracto, sino que también es una estructura social. Esto significa que la lengua no es una invención individual, sino que es compartida por una comunidad de hablantes que siguen normas y convenciones comunes. Estas normas pueden variar según el grupo lingüístico, lo que da lugar a diferentes dialectos, registros y variaciones regionales.

Jakobson destacaba que la lengua actúa como un marco social que permite la interacción entre los individuos. Es decir, la lengua no solo es un medio de comunicación, sino también un medio de integración social. Por ejemplo, el uso de ciertos términos o expresiones puede marcar pertenencia a un grupo específico, como un grupo profesional, cultural o geográfico.

Esta visión social de la lengua es fundamental para entender cómo el lenguaje no solo refleja la cultura, sino que también la construye. A través del lenguaje, los miembros de una sociedad definen su realidad, transmiten conocimientos y mantienen su identidad colectiva.

El significado de lengua según Jakobson

Para Jakobson, la lengua no es solo un conjunto de reglas y signos, sino un sistema complejo que permite la comunicación humana. Su significado va más allá del mero intercambio de información, ya que abarca funciones emocionales, sociales, cognitivas y expresivas. La lengua, según Jakobson, es el marco que organiza la experiencia humana y permite que los individuos se entiendan mutuamente.

Además, Jakobson consideraba que la lengua no es un sistema estático, sino que evoluciona con la sociedad. A medida que cambian las necesidades comunicativas, también cambia la lengua. Este proceso de cambio puede ocurrir de manera lenta o rápida, dependiendo de factores como la globalización, la tecnología o los movimientos culturales.

Este dinamismo es lo que permite que la lengua se adapte a nuevas situaciones y siga siendo un medio eficaz de comunicación. Por ejemplo, el surgimiento de nuevas tecnologías ha generado un lenguaje específico para describir conceptos como internet, redes sociales o algoritmos.

¿Cuál es el origen del concepto de lengua según Jakobson?

El concepto de lengua en la teoría de Jakobson tiene sus raíces en la semiótica y la lingüística estructural. Jakobson fue influenciado especialmente por Ferdinand de Saussure, quien introdujo los conceptos de *langue* y *parole*. Para Saussure, *langue* era el sistema lingüístico abstracto compartido por una comunidad, mientras que *parole* era la realización concreta de ese sistema en la comunicación individual.

Jakobson tomó estos conceptos y los amplió, incorporando una perspectiva funcional que permitía analizar cómo la lengua opera en la comunicación real. Su enfoque fue clave para el desarrollo de la lingüística funcional, que se centra en lo que el lenguaje hace, más que en cómo se estructura.

Este enfoque funcional no solo influyó en la lingüística, sino también en disciplinas como la comunicación, la psicología y la neurociencia, especialmente en el estudio de los trastornos del habla.

Variaciones del concepto de lengua en la teoría de Jakobson

Jakobson no solo definió la lengua como un sistema estructural, sino también como un sistema funcional. Esta visión le permitió desarrollar un modelo que explicaba cómo los diferentes elementos del lenguaje interactúan entre sí para producir comunicación efectiva. En este contexto, la lengua no es un sistema cerrado, sino un sistema dinámico que puede adaptarse a diferentes contextos.

Una de las variaciones más importantes de su teoría es el modelo funcional de la comunicación, que incluye seis funciones esenciales. Este modelo no solo describe cómo funciona la lengua, sino también cómo falla, lo que fue fundamental para el estudio de los trastornos del habla.

Además, Jakobson también exploró cómo la lengua puede usarse de manera creativa, como en la poesía, donde la función poética predomina. Esta visión le permitió entender que la lengua no solo sirve para comunicar información, sino también para expresar belleza, emociones y estructuras complejas.

¿Qué implica la lengua en la teoría de Jakobson?

En la teoría de Jakobson, la lengua implica un sistema complejo y multifuncional que permite la comunicación humana. No es un conjunto de reglas fijas, sino un marco dinámico que se adapta a las necesidades de los hablantes. Implica también que la lengua no es neutra, sino que refleja y organiza la experiencia humana desde múltiples perspectivas.

Además, la lengua implica que los hablantes no solo transmiten información, sino que también expresan emociones, establecen relaciones y construyen la realidad. Esto refuerza la idea de que la lengua no es solo un medio de comunicación, sino un instrumento fundamental para la vida social y cultural.

Por último, la lengua implica que la comunicación no es un proceso lineal, sino un proceso interactivo que involucra múltiples niveles y funciones. Esta visión integral de la lengua es una de las contribuciones más importantes de Jakobson a la lingüística moderna.

Cómo usar el concepto de lengua según Jakobson en la comunicación efectiva

Para aplicar el concepto de lengua según Jakobson en la comunicación efectiva, es importante tener en cuenta las seis funciones del lenguaje. Por ejemplo, en una conversación profesional, la función referencial predomina, ya que el objetivo es transmitir información clara y precisa. En cambio, en una conversación personal, la función emotiva puede ser más relevante, ya que se busca expresar emociones y actitudes.

Además, es útil considerar el contexto y el propósito de la comunicación. Si el objetivo es persuadir, la función conativa será fundamental. Si el objetivo es mantener una conversación abierta, la función fática será clave. En situaciones donde se necesita reflexionar sobre el lenguaje mismo, como en la enseñanza, la función metalingüística se hace relevante.

Por último, en la literatura o el arte, la función poética puede predominar, enfocándose en la forma del mensaje más que en su contenido. Esto permite que los mensajes sean creativos y estilizados, lo que puede enriquecer la experiencia comunicativa.

Aplicaciones prácticas del concepto de lengua según Jakobson

El concepto de lengua según Jakobson tiene múltiples aplicaciones prácticas en áreas como la educación, la comunicación y la psicología. En la educación, por ejemplo, este enfoque permite enseñar el lenguaje no solo como un sistema estructural, sino también como un sistema funcional que puede usarse de diferentes maneras según el contexto.

En la comunicación, el modelo funcional de Jakobson ayuda a entender cómo los mensajes pueden ser más efectivos al adaptarse a las necesidades del oyente. Por ejemplo, en la publicidad, se utilizan combinaciones de funciones para captar la atención del público (función fática), transmitir información (función referencial) y generar emociones (función emotiva).

En la psicología y la terapia, este enfoque es útil para analizar cómo los trastornos del habla afectan los diferentes componentes del sistema lingüístico. Esto permite desarrollar estrategias de intervención más precisas y efectivas.

El legado de Jakobson en la teoría de la lengua

El legado de Roman Jakobson en la teoría de la lengua es indiscutible. Su enfoque funcional no solo transformó la lingüística, sino que también influyó en disciplinas como la comunicación, la psicología y la neurociencia. Su modelo de las seis funciones del lenguaje sigue siendo una herramienta fundamental para el análisis de los mensajes comunicativos.

Además, su trabajo en el estudio de los trastornos del habla abrió nuevas vías de investigación en la psicología del lenguaje. Jakobson demostró que el lenguaje no es solo un sistema estructural, sino también un sistema funcional que puede analizarse desde múltiples perspectivas.

Hoy en día, su teoría sigue siendo relevante para entender cómo el lenguaje opera en la comunicación humana. Su visión integral de la lengua como un sistema complejo y dinámico es una base sólida para el estudio del lenguaje en el siglo XXI.